Cuando
uso la palabra tibio para describir el amor de una persona hacia Jesús, no me
refiero a que es frío hacia el Señor.
Más bien, quiero decir que su amor es
barato: no costoso. Déjame darte un ejemplo: Cuando Jesús se dirige a la
iglesia de Éfeso en Apocalipsis 2, Él primero les elogia por todo lo que han
hecho. Reconoce su ardua labor en la fe, odiando el pecado y la transigencia,
rechazando falsas doctrinas, nunca desmayando o dándose por vencidos cuando
fueron perseguidos y siempre manteniéndose firmes por el evangelio. Pero Cristo
dice que tiene una cosa en contra de ellos: Que han abandonado su amor
ferviente y costoso por Él! Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor
(Apocalipsis 2:4).
De
alguna manera en medio de todas sus buenas obras, dejaron atrás su caminar
amante y disciplinado con Jesús. Y ahora Él les dice: Has dejado tu primer amor
y has abandonado la costosa disciplina de venir a Mi presencia y tener comunión
conmigo.
Por
favor nota que Jesús está hablando aquí de creyentes que comenzaron sintiendo
un amor ardiente, apasionado por Él, no de cristianos fríos y solo de nombre,
quienes en primer lugar nunca lo amaron. Él está diciendo, Es posible que
alguien que una vez tuvo un corazón lleno de amor por Mí, deje que su celo por
mi se entibie, y ore muy rara vez.
Piensa
cuan ofensivo debe ser esto para Cristo, nuestro Esposo. ¿Qué tipo de
matrimonio puede haber cuando el esposo y la esposa no tienen momentos privados
de intimidad? Y eso es justamente a lo que Jesús se refiere aquí. Él quiere
momentos contigo solamente para Él!
No
importa cuán ruidosamente alabamos al Señor en la iglesia, cuánto digas que le
amas, cuántas lágrimas derrames. Puedes ser un dador generoso, amar al prójimo,
odiar el pecado, reprender a los malhechores, pero si tu corazón no está siendo
atraído continuamente a la presencia de Cristo, has perdido tu amor por Él.
Todas
tus obras son en vano a menos que regresemos a nuestro amor luminoso y ardiente
por Jesús. Debemos darnos cuenta que Amar a Jesús no se trata solamente de
hacer cosas, sino que involucra la disciplina diaria de mantener una relación,
y eso me va a costar algo.