CUANDO DIOS TE TOCA


Una vez que Dios toca y posee a alguien, esta no es una posesión de tiempo parcial; es de por vida. El Señor nunca entregará lo que es suyo a Satanás.

Nosotros encontramos este patrón obrando en la vida de personas poseídas por Dios a través de toda la Biblia. Leemos que piadosos santos cayeron en pecados deplorables. A veces, ellos estuvieron listos para dejarlo todo, pero Dios no perdió interés en ellos. De hecho, ellos tuvieron por delante sus mejores días. 

Piensa en el tiempo cuando Dios vino a ti, tocando sobrenaturalmente tu alma. Él te llamó, te llenó de su Espíritu. En ese momento, Dios hizo un compromiso contigo: Yo te quiero, y te reclamo. Tú pasaste a ser una posesión adquirida por Dios: La Iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia Sangre. Hechos 20:28.

Moisés fue poseído por Dios. El Señor lo guardó a través de pruebas tras pruebas, y a través de todo, Dios estaba preparado a este hombre para un gran trabajo. 

Moisés fue tocado por Dios mientras él vivía en casa de Faraón. Como resultado, Moisés rehusó ser llamado hijo de Faraón: Escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía la mirada en el galardón. Hebreos 11:25-26. 

No hay duda de que Dios tocó la vida de Moisés mientras él estuvo en Egipto. Moisés rechazó todo lo que era de la carne, y él supo que estaba llamado a liberar a Israel. De hecho, él asumió que los israelitas lo reconocerían como su libertador cuando él mató al egipcio; Él…hiriendo al egipcio…pensaba que sus hermanos comprendían que Dios les daría libertad por mano suya Hechos 7:24-25. 

En cambio, Moisés tuvo temor del Faraón por esta acción; así que, él huyó de Egipto. Ya cuando salió, Moisés era totalmente poseído por Dios. Él había dejado todo por Cristo. Sin embargo, poco sabía él de que estaba a punto de entrar a un largo periodo de desierto. Él estaría escondido en la parte de atrás del desierto por cuarenta años. 

¿Que es lo que representa este periodo de desierto en la vida de Moisés? Este es el tiempo que muchos siervos poseídos por Dios enfrentan. Ellos se sienten estancados en un lugar lejano, por debajo de sus habilidades. Su papel es desesperantemente inferior a lo que ellos creen que Dios tiene en mente para ellos. Moisés fue justo como estos siervos. Él tenía un poderoso llamado en su vida, y soñaba con realizar grandes obras para Dios. Pero él todavía estaba estancado en la parte de atrás del desierto, sin un futuro claro. 

A menudo me pregunto como oraba Moisés cuando miraba su rebaño de ovejas; Dios, me tocaste tan claramente. Yo pensaba que me habías llamado como tu mensajero. ¿Por qué me has dejado aquí? Ciertamente tú podrías confiarme algo más que el cuidado de unas pocas ovejas. Tú me has dado una educación en los más grandes centros del saber de Egipto. Tú me has mostrado cosas poderosas que podría hacer por tu mano, pero me siento olvidado, guardado en un estante. ¿Esto es todo lo que hay para mí? 

Moisés tuvo su encuentro con la zarza ardiente. La zarza era seguramente un arbusto vil e inútil, pero Dios hizo que la zarza ardiera, y una voz vino de ella, diciendo, Quita tus sandalias, Moisés. Tú estás en tierra santa. El Señor entonces dio un mensaje directo al corazón de Moisés, y después de unas pocas horas de que la zarza había ardido, la vida de Moisés nunca fue la misma. Dios le instruyó, Ve, reúne a los hijos de Israel. Dile a Faraón, Deja ir a mi pueblo. 

Aquí estaba un hombre poseído por Dios que había sido guardado y preparado durante muchos años. Ahora él había sido enviado por el propio Dios desde una zarza ardiente. Todo esto era para decirle a Moisés, Yo no te he olvidado. Yo he estado contigo desde el principio. Yo fui quien te trajo a este desierto, y yo te he protegido de Faraón. Ahora estás a punto de ver grandes cosas en tu servicio a mí. 

Aquella zarza ardiente era el fuego del Espíritu Santo moviéndose a través de un objeto natural. Dios tomó un arbusto inútil y causó increíbles cambios que tomaron lugar a través de ésta. Asimismo hoy día, yo puedo ser ese arbusto vil cerca de la tierra que Dios usa para hablar a tu corazón. Permíteme preguntarte: ¿te encuentras tú en el lado de atrás del desierto? 

Quizás estas estancado en un trabajo de pocos ingresos, sin esperanza de influencia. O tu cónyuge es un incrédulo, y en momentos tu matrimonio prueba tu alma. Tú verdaderamente no envidias las bendiciones de otros, pero te preguntas  ¿Señor, por qué no estoy siendo usado? Tú me has dado un corazón para hacer más por tu reino. No me dejes a un lado. 

Dios esta comprometido contigo, tal como lo estuvo con Moisés. Tú puedes estar frustrado con tu limitada existencia, pero todo este tiempo, Dios te ha guardado y te está preparando. Puede que no seas llamado a alguna gran tarea, pero estás llamado a un nuevo andar con el Señor, tal como nunca has experimentado. Y estás llamado a ministrar a Cristo como nunca antes. Tu papel es simplemente creer que Dios te llevará a lugares más altos, a tierra santa. Él quiere revelarte más de sí mismo, para poner su fuego en ti. Él quiere que aquellos que te rodean comprendan; Esa persona ha estado con Jesús.

Cuando tú comiences a buscarle con intensidad, comenzarás a ver milagros. Tu serás transformado en un nuevo hombre, una nueva mujer, y todo esto será porque eres su posesión. Tus mejores días están aún por delante.