Hay dos clases de personas. Están aquellas que sus hechos nos muestran, por el valor, la fuerza y la dedicación, lo que han logrado, pero también están las otras, que nunca han trascendido por el miedo, las dudas y la falta de visión.
Aunque los dos tuvieron las mismas oportunidades. Como las personas aquellas a quien su amo le entrego talentos. En la Biblia encontramos historias de personas que hicieron grandes cosas en nombre de Dios y se les conoce por lo que lograron. Abraham, Moisés, David, Noé.
Dios nos ha dotado de la capacidad para ser de influencia en nuestro tiempo o generación.
Todos estos hombres tienen algo en común, que sus comienzos fueron difíciles y complicados
Hebreos 11:11-12 relata: Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido. Por lo cual también, de uno, y ése ya casi muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena innumerable que está a la orilla del mar.
Dios desafió a Abraham y a su esposa al escogerlos para que fueran el inicio de un nuevo pueblo. Él tenía 90 años y ella era estéril. Imagina qué difícil, pero no imposible para el Señor. Ellos confiaron en Su fidelidad y no se desanimaron a pesar de lo complicada que era la misión.
Había suficientes razones para no obedecer pero aceptaron el desafío. La edad no es excusa para no obedecer a Dios.
Así que no pienses que Dios se ha confundido al escogerte. Él sabe lo que hace y estará contigo. David fue menospreciado. Cuando Dios le habló a Samuel para que escogiera de la casa de Isaí al futuro rey.
Aquí lo extraordinario de Dios es llamar a un matrimonio, entrado en edad ella estéril, para que sean los padres de una nueva nación y Dios vio sus condiciones, a la vista humana sería una locura, pero Dios sembró en ellos.
Una cosa es hablar de Dios y otra es que Dios hable de vos, Dios se llenaba la boca hablando de Job, hasta el diablo lo conocía a Job, no te dejes intimidad por las voces o las circunstancia; Moisés desde pequeño tuvo problemas su madre lo puso en un moisés, luego en el rio Nilo y Dios no permitió que muera, porque El sacaría de la esclavitud al pueblo de Israel. Dios no te va a dar sueños solo para que lo tengas en la cabeza sino para que lo cumplas para su gloria. No importa los años que tengas, ponte en las manos de Dios y veras que tendrás fuerza como Sara para dar a luz los sueños que Dios ponga en tu corazón.-