Isa 55:10 -11 Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come,
así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.
Tú puedes escoger permanecer en el desierto en donde el Señor te sostiene con pan y agua, o puedes creer en sus promesas y entrar en la tierra en la que cada semilla que siembres producirá una abundante cosecha.
Tú escoges, si pan o tierra prometida.
Tú decides si vives sólo para tus necesidades o para sus promesas.
Pero si decides la tierra de bendición, El ya no pondrá más el maná para tu sustento, sino te dará la semilla para que siembres en tu tierra. Esto producirá fruto abundante, de donde tendrás el sustento diario y mucho más.
La calidad de la siembra define la calidad de la cosecha, esto es aplicable a todo lo que nosotros nos relacionamos.
Lo que siembres recibirás, No todos ganan lo mismo en una oficina como tampoco todos los alumnos obtienen las mismas calificaciones en la escuela. Cada quien recibe lo que por justicia ha sembrado y cosechado.