Esta es una de las historias más sorprendente y más conmovedora; la biblia está llena de ejemplos. Esta historia no solo nos sorprende, sino que nos conmueve tremenda mente y está en el libro de Mateo 15:22 Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ¡ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio.
:23 Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose
sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros.
:24 El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas
perdidas de la casa de Israel.
:25 Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor,
socórreme!
:26 Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los
hijos, y echarlo a los perrillos.
:27 Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de
las migajas que caen de la mesa de sus amos.
:28 Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu
fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.
Quiero hablar de una madre que viene a favor de una hija. La
biblia señala que literalmente esta endemoniada. Ella viene donde esta Jesús
con el único propósito de quitar el demonio de esta hija cananea. Las
características de esta mujer, no era judía, era gentil. Ella descendía de los
Cananeos una raza inmoral. Como gentil, literalmente no gozaba de los
privilegios que tenía el pueblo escogido de Israel.
Ella era ajena a todos, sin esperanza, ella estaba excluida
de la ciudadanía de Israel. Pero ella viene como única esperanza a Jesucristo.
Los tormentos de los hijos, son las aflicciones de los
padres. Por eso invitaba a los padres a escuchar esta palabra. Porque los tormentos
de los hijos, no son indiferente a los padres. Los tormentos de los hijos, son
aflicciones, de los padres.
2) Los padres sienten en carne propia la miseria de sus
hijos. Los padres sienten en carne propia la miseria de sus hijos. La biblia
dice que una madre no puede olvidar que un día tuvo un hijo.
Hay una relación estrecha entre la madre y el hijo, entonces
los padres sienten en carne propia la miseria de sus hijos. Esta madre le dice
a Jesús, aunque ella esta endemoniada es mi hija. No, no la puedo separar. Las
peores aflicciones que atormentan a nuestros hijos, no disuelven los lazos que
los une.
Tú tienes un hijo y ese hijo es estudiante y no te da
problema y tú lo amas. ¡Pero si es drogadicto tu no quieres saber nada de
ellos, no! Las aflicciones, las peores aflicciones que atormentan a nuestros
hijos no disuelven los lazos que se unen. Aunque estén viviendo las peores
aflicciones, o quizás esta tu hijo en la cárcel, no disuelven los lazos que los
unen.
Fue una desgracia de su hija, lo que llevo a esta mujer al
encuentro con Cristo.
Fue la necesidad, el dolor de esta madre, de buscar esperanza
en Jesucristo. Ella era gentil, yo me imagino y esto le debe pasar a muchos padres.
Recuerdo que una mañana, voy hacer una visita al hospital; y
una mujer me llama desconsolada y llorando, me cuenta lo que le estaba pasando
a su hijo menor a causa de las drogas: fuimos a verlo a una habitación 16 había
dos policías y el menor esposado en la cama y la habitación tenía rejas.
Muchas veces el dolor, la aflicción, la crisis te lleva a
buscar a Cristo.
La necesidad que te aflige hoy debe llevarnos a buscar a
Cristo. Por dolorosa que sea la aflicción tú no puedes separarlo por el amor
que le tienes a tus hijos.
Ella solo demanda compasión, ella le dice hijo de David, ten
misericordia de mí; no tiene otra cosa que apelar a la compasión y a la
misericordia del Señor.
No tiene derecho, no tiene mérito, no tiene esfuerzo, solo
depende de la misericordia de Dios. Quizás a esta hora de la noche muchas mamas
que literalmente no son evangélicas, no creen en Dios, pero literalmente por la
aflicción que están viviendo, por causa de su hija, por causa de su hijo las
esta llevando a decirle a Dios. Señor no tengo un derecho, no tengo un mérito,
solo dependo de tu misericordia. Te tengo buenas noticias Dios es rico en
misericordia.
Cuando ella le dice ten misericordia de mí, la biblia señala
en el verso 23 Jesús no le respondió palabra. Jesús guardo silencio, El se hace el
sordo con ella.
La biblia tiene muchas experiencias con mujeres: la mujer del
flujo de sangre; Jesús dice alguien me ha tocado. La mujer que la encontraron
en adulterio, El le dice ni yo te condeno, no peques más. La mujer del perfume
que derramo el perfume de alabastro sobre la cabeza de Cristo, Jesús les dice a
los discípulos no la molesten. La mujer del pozo de Jacob, cuando Jesús le dice
dame de beber y el también se acercó a ella.
Pero en este caso, ¿porque Jesús no oye a esta mujer? ¿Por
qué se hace el desentendido? Que no la quiere oírla, Jesús va caminando, sus discípulos
van caminando, Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo:
Despídela, pues da voces tras nosotros. Ella esta gritando literalmente,
Jesús no respondió palabra. El silencio de Jesús pone a prueba y depura la fe
de la mujer. Ella clama y El guarda silencio. ¿por qué? Cristo sabe que la
fe de esta mujer era fuerte y que el silencio no iba a superarla, para que ella
no insistiese. Dios te conoce, Dios me conoce. Cristo sabia que la fe de esta
mujer y el silencio lo iba a superarlo.
El que Dios no te responsa, debes superarlo, lo que pareciera
que Dios no te escucha, debes superarlo. Tenemos fe, si El no te escucha es
porque hay un tiempo kairo de Dios, que es el tiempo de Dios, hay un tiempo
crono, pero esta noche te hablo del tiempo kairo de Dios. El silencio de Dios
no debe ser obstáculo. Para aquellos que están diciendo ¿porque no me
oye? ¿Por qué Dios no me escucha? ¡No! El silencio de Dios no debe ser
un obstáculo, para que sigas creyendo, para que sigas gritando, para que tu le
digas Jesús hijo de David, ten misericordia de mí.
¿Cuánta gente se ofende cuando Dios no le responde?, ¿cuánta
gente se aleja de Dios, cuando Él no le escucha? ¿Cuánta gente se ofende porque
pareciere que Dios no le oye? Esta mujer, el sabia que su silencio no seria un
obstáculo para ella, y tenemos que aprender de esta mujer. Esta palabra es para
madres y padres que tienen hijos literalmente viviendo la crisis más grande,
viviendo las experiencias mas difíciles, las peores aflicciones. Pero las
peores aflicciones no me separan de mi hijo.
Aunque esta endemoniada, es mi hija. Ella clama y El guarda
silencio.
1Pe 1:7 para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más
preciosa que el oro, el cual, aunque perecedero se prueba con fuego, sea
hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo. Tu fe, mi fe, va ser puesta a prueba.
Quiero que lo guardes, si Dios guarda silencio, no es un obstáculo, el echo que
estas orando hace mucho tiempo y no hay respuesta de Dios, el silencio de Dios
no debe ser u obstáculo. Muchos de los métodos del Señor, especialmente los de
su gracia resultan complejo y muchas veces no entendido. El se hizo el sordo a
esta mujer, en el literal.
Ella en el principio no consiguió ayuda ni respuesta. Pero El
sabe lo que hace, perdón que te lo repita, El sabe lo que hace. No toda oración
aceptada, es una oración inmediatamente contestada. Pareciera que El no
escucha, lo que hace lo hace para probar y así mejorar la fe de ella. No soy
enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Fíjese, cuando
ella escucha eso, da la impresión, que para ella se pierde toda esperanza. Eso
se lo dice a los discípulos y ellos están de acuerdo, por que El vino a Israel
y los gentiles, son perros, son perrillos; está bien dicen los gentiles
nosotros estamos de acuerdo contigo. El argumento que Jesús le da a sus
discípulos es un argumento veras, poderoso. Yo vine a los de Israel, no a los
gentiles, cuando ella escucha eso. Pareciera que se cerraron todas las puertas
y que no hay esperanza para su hija.
¿Por qué? Por que no solo responde, le responde a la mujer,
sino a los discípulos, sino que les da argumento y razones convincente a sus
discípulos. Para ella es difícil creer, Jesús esta diciendo yo vine a los míos,
no vine a los gentiles. ¡Era para perder toda esperanza! ¡Era para que
se detuviera y dijera…lo intente! Yo vine a los míos, es el argumento valedero
de Jesús. El problema que los suyos no lo recibieron… Pero los que lo
recibieron les dio la potestad de ser hijos de Dios.
Mire la respuesta de ella: 25 Entonces ella vino y se
postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme! Ósea, que aun los argumentos
validos no la pararon, no la detuvieron, es como ir a una oficina pública a
buscar una respuesta y te dijeran, no se puede así es el protocolo, es
imposible poder responderlos. Y esta mujer sigue avanzando. ¡Impresionante! Aun,
con argumentos poderosos, ella los sobrepasa. Ella se postra y le dice Señor,
socórreme.
La biblia dice si tenemos fe como un grano de mostaza y le
dijéramos a los montes quítate…esos montes son argumentos para ella. Y es Jesús
que le esta diciendo a sus discípulos y no a ella. La mujer podría haber dicho,
vaya que consuelo para una mujer afligida, me habría quedado en la casa, no
solo guarda silencio, sino que me cierra todas las puertas. ¡Este es el hijo
de David, el que tiene fama de amable, de compasivo…pero no! Ella no dijo
eso.
Ella vino y se postro: corrió los obstáculos. Aunque el
psicólogo o el medico te diga…tu hija vas a tener que preocuparte, le Tenes que
dar remedios, porque su vida esta prendida en un hilo, se va morir, con todas
esas cosas que te dice el médico, con los exámenes, que son verídicos. Tu fe,
eso es lo grande que tiene esta mujer, lo único que tiene es fe, pero mire como
se va quitando los obstáculos, quitando los montes. Quizás tu hijo esta en la
cárcel, y da la impresión que nunca va a cambiar, y va a salir de la cárcel y
va seguir haciendo lo mismo, pero ten fe que Dios algo va hacer, aun que te
digan nunca va a cambiar es igual a su abuelo, a su padre. Con todo eso, esta
madre viene a Jesús y le dice socórreme.
Mire lo que Jesús le dice: 26 Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de
los hijos, y echarlo a los perrillos. Con eso parece que termina de matarla.
Yo quiero dar gracias, por las muchas necesidades que
tenemos, por las dificultades que pasamos, porque ella nos lleva a depurar
nuestra fe a crecer, todo lo que uno vive, la soberanía de Dios, que Dios nos
permite donde el guarda silencio, donde el se calla, eso debe acrecentar
nuestra fe.
Como ella se puede sentar a la mesa, sino es parte de la
familia. Y aquí es sorprendente lo que dice esta mujer. Yo creo que las
necesidades nos llevan a responder de esta manera. Por que la respuesta de esta
mujer lo sorprendió a todos. Como una mujer que no tiene esperanza en Dios, que
se acercó a Cristo por su hija tenga una respuesta tremenda. Ella dijo, si lo
reconozco, soy una parrilla, dime lo que quieras, pero yo estoy seguro que una
migaja, no quiero el pan entero, una migaja de tu mesa va sanar a mi hija. No
quiero el pan entero. En esta noche Dios no tiene migajas, tiene pan, por que
el vino a los suyos y los suyos no lo recibieron, pero los que lo recibieron el
les dio la potestad de ser llamado hijos de Dios. Esta noche el viene con pan,
no con migajas, y viene a favor de tu hija y que te sientes en la mesa.
La sanidad de mi hija es como una migaja para ti. Dame una
migaja para mi hija, porque se que una migaja para ti, será suficiente para mi
hija.
28 entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu
fe; hágase contigo como quieres. Donde hay fe, hágase como quieras, como quieras. Por eso la
importancia que nuestra fe vaya creciendo. Hoy quiero declarar ¡MUJER GRANDE ES
TU FE! CONTIGO LO QUE QUIERAS…CONTIGO LO QUE QUIERAS DICE EL SEÑOR.
Esta palabra es para gente que viene por migajas, pero Dios
tiene pan para ti.