SOLO EN LA BATALLA

Jueces 15:1-20
En el capítulo anterior, Sansón rompió con el consejo de sus padres para tomar para mujer una señorita de los filisteos.

Ella, bajo presión de los hombres de su pueblo traicionó a Sansón revelando su enigma.  Esto causó un resentimiento grande en que Sansón mató a treinta hombres.

 Pero ahora, pasando el tiempo, Sansón quiere regresar a su nueva esposa con un regalo con el fin de buscar la reconciliación.

    Fue un tiempo festivo.  Tiempo de la siega.  Y Sansón estaba solo.  Sansón no era como los jueces de antes.  Este hombre estaba solo en sus luchas.

Débora tenía a Barac como compañero del trabajo, Gedeón tenía hombres a su lado en cada batalla.  Pero Sansón hizo todo solo, y en esto es un tipo de Cristo Jesús quien tuvo que enfrentar a sus momentos más difíciles abandonado por sus discípulos.

 Bueno, vino a la casa en donde dejo a su esposa, y tenía un cabrito para ofrecer como un regalo, como nosotros usamos una rama de flores.  Pero el padre de ella dijo que no pudo entrar para ver la.

      Sansón quería a esta mujer por su bella apariencia, y ahora el padre de ella dice que su hermana era aún más atractiva.

Pero esto era algo abominable en la ley de Dios.    Levítico 18:18

Sansón ya estaba empezando a sentir las consecuencias de sus decisiones.  Tuvo que hacer todo de su manera, no escuchando a sus padres y ahora como muchos jóvenes, empezó a aprender por experiencias amargas que hay un precio que pagar.

   Esto provocó Sansón a una ira más feroz. Es un hombre de pasiones incontrolables.  Pero aun así, Dios lo va a usar.

   Hizo algo bien destructivo a los enemigos de Dios.
Como él estaba solo, uso estas zorras para llevar fuego a los campos sembrados de los filisteos.  Un solo fuego sería posible de extinguir, pero con muchos, en todos lados sería un desastre seguro.

   Esta mujer que reveló el secreto de Sansón por temor de ser quemada, con su familia, de todas maneras fue quemada.
       
Así que los filisteos eran sumamente irrazonables, crueles, y terroristas, dispuestos a matar aun a su propia gente con poca provocación.

   Ya con venganza tras venganza parece que tienen una guerra en progreso.  Pero una guerra con los filisteos es algo que Dios quería, que el pueblo de los hebreos pelea en contra de este pueblo para echarlos de sus tierras.
Y esto fue el destino de Sansón, empezar a librar el pueblo de Dios de los filisteos.

   El pueblo de Judá que debe de ser los líderes, ya hablan amigablemente con los enemigos de su pueblo.
Exactamente como los fariseos conspiraron con los romanos en contra de Cristo Jesús.

  Ya los hombres de Judá están reprochando a Sansón por salvar a Israel de sus enemigos.  Parece absurdo.  Son como los fariseos, que durante el tiempo de Cristo dijeron, No tenemos más rey que César.

También cuando Moisés fue levantado para rescatar el pueblo de la esclavitud, su propio pueblo se puso en contra.

Durante la lucha, van a ver que muchos en realidad son cobardes, no quieren estar en la batalla cuando realmente se vean el peligro acercando.
Prefieren vivir bajo una esclavitud terrible, o una opresión inhumana que pelear, en el poder de Dios, para alcanzar la libertad verdadera.
Pero siempre habrá algunos, tal vez pocos, que realmente son hombres de verdad.

     Como los judíos que entregaron a Cristo en manos de Pilato, ellos no querían mancharse sus manos con su sangre, pensando que otras personas pudieron hacer el trabajo sucio de matar al redentor.

     Sansón estaba lleno del poder de Dios, los hombres de Judá eran totalmente inútiles en la batalla.  Pero Sansón pudo, solito en la batalla, ganar una gran victoria.
     Mil hombres muertos.  Esto no es la obra de un hombre simplemente muy fuerte. Esto fue sobrenatural. Sansón estaba cumpliendo su destino, rompiendo las cuerdas de opresión con poder.  Como Moisés cuando quebró el espíritu de Faraón con las plagas, especialmente la última.

Y como Cristo Jesús triunfó sobre la muerte con su  resurrección física en el tercer día.

     Una vez más Sansón estaba humilde delante de su Dios, rogando en oración.  Pidiendo en desesperación por su vida.  Reconociendo que la victoria era de Dios, y no de Sansón mismo.  En realidad Sansón no estaba solo. Cuando tu realmente empieces a luchar en contra de las fuerzas del maligno. Estudiando, orando, evangelizando, viviendo una vida totalmente consagrada, no te sorprendes si otros empiezan a criticarte.

Otros que realmente no quieren hacer nada por el reino de Dios. Los que no sientan ninguna urgencia de rescatar a los perdidos, ni de orar por el poder del Espíritu Santo.

Estos que ya están muy satisfechos con las cosas como son, con poco crecimiento, pocos bautismos, pocas personas nuevamente convertidas van a estar en tu contra.

Es posible que tú también te sientas solo como Sansón.

¿No sabes que el diablo estará atacandonos si nosotros empecemos a evangelizar en serio? ¿Es que no quieres vivir en paz? ¿Porque quieres meter tu palo en el enjambre de abejas?  Tranquilo, descanse, habrá tiempo más tarde.

Cuando Sansón prendió fuego con estas zorras, yo pensé en lo que nosotros pudiéramos hacer empezando a evangelizar en serio. Dejando folletos en todos lados, hablando de la ley, del día del juicio, de la necesidad del arrepentimiento verdadero. Pasando literatura, motivando a otros cristianos también a evangelizar, ayudándoles a saber que sí es posible hacerlo, la lucha nos espera todos.

Podemos prender fuego al campo del enemigo hablando del fuego del infierno eterno, como Cristo Jesús habló mucho del tema.  Explicando a los inconversos, a los engañados que no queremos esto para ellos.  Estaremos nosotros prendiendo fuegos pequeños en todos lados hasta que haya un incendio gigantesco que él enemigo no podrá controlar.


Esto es lo que nosotros podemos hacer, con el Poder el Espíritu Santo.  Podemos cambiar el mundo, si estamos dispuestos a dejar de amar el mundo, por un momento.