Proverbios 12:24
Trabaja con empeño y serás
diligente; sé perezoso (o consumidor) y nunca triunfarás.
¿Qué es el dinero? Es un medio de
intercambio en el mundo. Cambiamos nuestro dinero por soluciones a nuestros
problemas. Damos nuestro dinero a la gente que tiene las soluciones para
nuestros problemas. Basándome en esto, propongo que la mejor definición es que
el dinero es una recompensa que obtenemos para resolver problemas en la vida.
Cuando usted usa sus talentos y
capacidades para solucionar un problema para otras personas, es recompensada
con dinero. Esto es en realidad lo que es su sueldo. Su patrón tiene un
problema y necesita que algo sea hecho, y usted tiene las habilidades para
realizarlo. Usted usa sus habilidades para solucionar el problema de su patrón,
y recibe una recompensa: su sueldo.
Permítame ampliar este
pensamiento con un ejemplo simple de la vida diaria. Después de que usted
termina el trabajo de un día, siente hambre. Su hambre es un problema que tiene
que ser solucionado. Usted puede solucionar este problema de varios modos. Pero
digamos que pasa por el supermercado camino a casa y compra algunos alimentos.
La comida que compra es la solución para su problema. Pero esa comida no
estaría ahí si el dueño no abriera el establecimiento. Antes de salir del
lugar, usted le da dinero por lo que compró. ¿Por qué? Porque él solucionó su
problema y usted lo recompensó con dinero por haberle proporcionado la
solución.
Esta es la forma en que funciona
la vida. Solucionamos problemas, y nos recompensan con dinero. Así es como Dios
lo ha establecido desde el principio. En el huerto, Dios no puso la comida en
la boca de Adán, sino que él tuvo que trabajar para conseguirla, y era
recompensado por su esfuerzo. Dios comenzó este proceso, y Él todavía lo
aprueba hoy. Dios quiere que nosotros trabajemos.
El reino de Dios es diseñado de
modo que tenemos que solucionar alguna clase de problema para ganar dinero.
Ganamos dinero porque resolvemos problemas. Cuanto más problemas resolvemos o
cuanto más difícil sean los problemas que solucionemos, tanto más dinero
ganaremos. Dios nos creó con la capacidad de solucionar tipos específicos de
problemas. Cuando usamos esas capacidades que nos dio Dios para solucionar
problemas, somos recompensados con dinero.
El dinero no es una recompensa
por orar o por ser espiritual y por solamente creer en Dios para recibir
dinero. Seamos productivos y vayamos a trabajar usando las habilidades que Dios
nos ha dado para producir el dinero que supla nuestras necesidades en la vida.
Ideas de sentido
común
1. No hay arreglos rápidos para
los problemas financieros.
2. Dios no crea dinero, los
milagros financieros son un mito.
3. La desesperación lleva a la
decepción.
4. Dios quiere que demos, no
porque hemos sido manipulados emocionalmente, sino porque le hemos preguntado a
Él y luego le obedecemos.
5. Dios no pondrá dinero en forma
sobrenatural en nuestras cuentas bancarias mientras nos sentamos y sólo oramos.
6. Dios no es Robin Hood.
7. Los milagros ocurren cuando
hemos trabajado más allá de nuestra capacidad de conseguir algo por nosotros
mismos, cuando Dios interrumpe el tiempo para hacer algo que el hombre no puede
explicar. Los milagros no son permanentes.
8. La vida se vive en el nivel en
que piense la persona.
9. La cantidad de dinero que
tenemos no cambia nuestra forma de pensar. La gente que es indisciplinada,
antes de tener dinero, va a ser indisciplinada después de tener dinero.
10. El plan original de Dios para
la humanidad es presentado con toda claridad en Génesis 1 y 2.
11. El dinero es una recompensa
para solucionar problemas.