EL VALOR DE TUS OJOS

 Es uno de los momentos más desgarradores en la historia de Sansón, y también uno de los más reveladores sobre la dinámica entre el llamado divino y la responsabilidad personal.

Contexto espiritual y moral

Sansón fue consagrado como nazareo desde el nacimiento (Jueces 13:5), lo que implicaba un pacto especial con Dios: no cortar su cabello, no beber vino, ni tocar cosas impuras. Su fuerza sobrenatural era un símbolo de esa consagración. Sin embargo, a lo largo de su vida, Sansón mostró una tendencia a actuar impulsivamente, especialmente en lo relacionado con mujeres filisteas, lo que lo llevó a comprometer su llamado.

En Jueces 16, Dalila lo presiona repetidamente para que revele el secreto de su fuerza. Finalmente, Sansón cede y le confiesa que su fuerza está ligada a su cabello, símbolo de su pacto con Dios. Al permitir que Dalila lo corte, Sansón rompe voluntariamente ese vínculo sagrado, y con ello, su fuerza se desvanece.

  ¿Por qué Jehová se apartó de él

Desobediencia consciente: Sansón sabía que revelar el secreto de su fuerza era traicionar el pacto con Dios. No fue un error inocente, sino una decisión que ignoró las advertencias previas.

Confianza en sí mismo más que en Dios: El texto dice que Sansón pensó: “Esta vez saldré como las otras y me escaparé”. Esto muestra que él creía que su fuerza era inherente, no dependiente de Dios. Esa autosuficiencia lo cegó.

Desconexión espiritual: Lo más trágico es que “no sabía que Jehová ya se había apartado de él”. Esto indica que Sansón había perdido sensibilidad espiritual; no percibía la ausencia de Dios, lo que revela una relación deteriorada.

  Reflexión

Este pasaje no solo narra una caída personal, sino que también nos invita a considerar cómo el descuido espiritual, la autosuficiencia y la desobediencia pueden alejarnos de la presencia divina. Pero lo más hermoso es que, aunque Jehová se apartó en ese momento, la historia de Sansón no termina allí. En su humillación y arrepentimiento, Dios lo escucha nuevamente (Jueces 16:28), lo que habla de la posibilidad de restauración.

Tú que valorás profundamente la santidad en lo cotidiano y la restauración espiritual, ¿cómo resuena esta escena contigo?


DESCONECTADO

 Esta frase de Lucas 19:10 encierra una profundidad teológica y existencial que toca el corazón del evangelio. Cuando Jesús dice que vino “a buscar y a salvar lo que se había perdido”, no se refiere simplemente a objetos extraviados, sino a personas—al alma humana desconectada de su propósito divino.

  ¿Qué se había perdido?

      La comunión con Dios: Desde la caída en Génesis, la humanidad perdió su relación íntima con el Creador. Jesús vino a restaurar esa conexión.

      La identidad espiritual: Muchos vivían como si fueran meros ciudadanos del mundo, olvidando que fueron creados a imagen de Dios. Jesús vino a devolverles esa dignidad.

      La esperanza de redención: En un mundo marcado por el pecado, la injusticia y el dolor, lo perdido incluye la esperanza de que algo mejor es posible.

      Los marginados y despreciados: En el contexto inmediato, Jesús está hablando de Zaqueo, un recaudador de impuestos despreciado por su pueblo. Él representa a todos los que han sido excluidos, juzgados o considerados irredimibles.

Es casi como si Jesús estuviera diciendo: “Mi misión es recuperar todo lo que el pecado ha robado: la relación, la pureza, la vocación, el propósito”.

  Aplicación espiritual

Para alguien como tú, que busca vivir la santidad en lo cotidiano, este versículo puede ser una invitación a participar en esa misma misión: buscar lo que se ha perdido en tu entorno—la fe apagada, la dignidad herida, la verdad olvidada—y ser instrumento de restauración.

 Vamos a entrelazar Lucas 19:10 con dos momentos bíblicos que también hablan de restauración: 1 Samuel 7 y la historia de Obed-Edom. Ambos revelan cómo Dios busca lo que se ha perdido—no solo en términos de personas, sino también de presencia, propósito y comunión.

  1 Samuel 7: Restauración nacional y espiritual

Después de años de idolatría y derrota, Israel “lamentaba en pos de Jehová” (v.2). El Arca había estado en la casa de Abinadab por veinte años, pero no hubo transformación. Entonces Samuel llama al pueblo al arrepentimiento:

      Arrepentimiento genuino: Samuel les dice que quiten los dioses ajenos y se vuelvan solo a Jehová (v.3).

      Confesión y ayuno: En Mizpa, el pueblo derrama agua como símbolo de quebranto (v.6).

      Intercesión y liberación: Samuel ora, ofrece sacrificio, y Dios responde con estruendo, confundiendo a los filisteos (v.10).

  ¿Qué se había perdido? La presencia activa de Dios, el temor reverente, la unidad espiritual. Y todo eso fue restaurado cuando el pueblo volvió con sinceridad.

  Obed-Edom: Restauración en lo cotidiano

Cuando el Arca fue llevada a su casa por tres meses, algo extraordinario ocurrió:

      Bendición tangible: Su hogar fue visiblemente bendecido (2 Samuel 6:11).

      Corazón reverente: A diferencia de Abinadab, cuya familiaridad con el Arca no produjo fruto, Obed-Edom recibió la presencia con temor y honra.

      Fruto espiritual: Más adelante, se le ve como portero y músico en el templo (1 Crónicas 15:18, 26:4–8), lo que sugiere que su vida fue transformada.

  ¿Qué se había perdido? El sentido de reverencia, la santidad en lo ordinario, la disposición a recibir a Dios en casa. Obed-Edom lo recuperó, y fue bendecido.

 

  Conexión con Lucas 19:10

Jesús, al decir que vino a buscar lo perdido, está haciendo eco de estas historias:

      Como Samuel, llama al arrepentimiento y ofrece intercesión.

      Como Obed-Edom, entra en casas humildes y transforma vidas.

      Como el Arca, porta la presencia divina, pero ahora en carne y hueso.

Y tú, que buscas vivir la santidad en lo cotidiano, ¿estás caminando en esa misma senda?

TEMPLADOS POR EL FUEGO

Ro. 8:38,39. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo porvenir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

tema del mensaje de hoy es templados por el fuego, no sé si ustedes saben lo que es templar algo, pero le voy a poner un ejemplo: Los músicos conocen esto los instrumentos que son de cuero cuando el cuero de una tambor está un poquito frágil suena mal, entonces debe templarse por el fuego el fuego debe templar lo así que hay que darle un poco de calor de la manera que sea hay que darle un poco de calor y el cuero entonces se pone muy resistente y como el cuero se va a temblar entonces la tambora va a sonar muchísimo mejor pero yo digo templado por el fuego porque el fuego es muy bueno para templar cualquier tipo de objeto no importa qué tan fuerte sea.

La mayoría de los cristianos estamos acostumbrados a que las cosas no salgan bien, de hecho, hay quienes entienden que cuando algo no le está saliendo bien, Dios no está en eso.

Pero no siempre las cosas van a salir como nosotros queremos a veces hay que acostumbrarse.

Quiero que ustedes entiendan algunas cosas que le voy a decir. el momento de la crucifixión de Jesús fue difícil.

De hecho, imagínense que Jesús el día anterior a su crucifixión, ya sentía lo que se acercaba para su vida.

Llegó a decir que estaba atribulado que sentía la fuerza negativa de todo el infierno que venía sobre él.  cualquiera puede pensar, como uno en su ignorancia que lo que iba a pasar con la cruz lo que iba a pasar con la iglesia solo se podía dar si las cosas salían bien.

Pero a Jesús las cosas no le podían salir bien él tenía que pasar por un momento muy amargo, y muy duro. eso quizás no era lo bueno, pero era lo necesario.

Estamos acostumbrado a que las cosas nos salgan bien, pero cuando lo bueno no es necesario, entonces tú no vas a entender a Dios.

 Te voy a poner un ejemplo del antiguo testamento y me vas a entender. Dios le dice Abraham te voy a dar un hijo, y Abran está feliz porque le van a dar un hijo. El mismo Dios que se lo da, le dice ahora el hijo que te di dámelo tú a mí.

Quiero que me lo sacrifiques en un altar.  

le voy a decir algo a ustedes hermano cuando Dios dice te voy a dar un hijo todos los que estamos aquí estamos seguros de que Dios hablo sí o no?

Pero cuando Dios dice dame el hijo y sacrificarlo y atraviésale un cuchillo en el pecho, hay que orar un poquito más para saber si es Dios el que está hablando.

Estamos acostumbrados a que Dios nos dé cosas, pero cuando Dios pide lo que nosotros no queremos dar necesitamos confirmación.

Gracias a Dios que Abran entendió el mensaje y dio al hijo, no fue fácil para Abraham poder discernir entre lo bueno de dar su hijo en un sacrificio.

 ¿tú sabe qué fue lo que dijo? dámelo en un sacrificio como se les dan los hijos a los dioses paganos cómo se dan los hijos a moloc cómo se dan a los dioses paganos.

La razón era doble para dudar, porque Dios lo estaba pidiendo igualito que el pagano.

Estamos acostumbrado a ver a Dios cuando las cosas le van bien, pero nunca cuando las cosas le salen mal.

Si ustedes creen que el evangelio es todo bueno, se equivocan.

 Aquí hay un poco de fuego, que sacará la gloria de Dios en tu vida.

Cristo tenía que subir a la cruz y es verdad que se estaba cumpliendo su palabra.

Los discípulos no lo estaban entendiendo.

¿Cómo? que el hombre que estaba levantando muertos, estaba resucitando y estaba sanando enfermos no podía de ninguna manera terminar crucificado en una cruz.

Pedro no lo entendió y se lo dijo claramente. ¿Es necesario que pase por ahí? ¡Vamos, evítalo!

 Tú puedes reinar sin la necesidad de pasar por ahí,  no entendían lo que Jesús estaba diciendo.

Aunque no lo entendían, había algo y es la fuerza que da la palabra de Dios en el corazón.

Y si funciono en ellos, en nosotros también funcionara.

La crucifixión era difícil, solo iba a durar seis horas. cuando Jesús muere y sube al cielo.

Comienza la etapa más difícil del evangelio.

Había que hacer todo para que se entendiera que Cristo no resucito de los muertos.

Había que esconder la piedra, había que decir que el cuerpo se lo robaron, había que matar a los testigos, había que matar a los que andaban con él, había que matar a todo el que dijera que era cristiano.

pero ellos tenían la convicción de que Jesús había resucitado.

Después de la ascensión, comienza todo un proyecto del cielo, para formar en el fuego el carácter del pueblo más poderoso sobre el planeta.

Había que agarrar a hombres comunes, mujeres sencillas amas de casa, a vendedoras, pescadores que no sabían de qué se trataba, pero Dios los necesitaba.

No importa que Pedro lo niegue lo necesito, no importa que el otro corriera lo necesito.

Los que conocieron a Jesús dijeron, no hay tiempo para negarlo.

Esteban, que salió como loco ante el imperio y desafió a todos, les dijo no importa, es verdad él es el Cristo. sí morimos que muramos, pero él es el Cristo.

Esteban vas muy rápido, cállate un poco, no lo diga no te metas así, no lo hagas de esa manera. como que no lo hagas si lo voy a hacer de la manera que sea. Se metió como nadie y lo mataron a pedradas.

Déjame decirte que Dios es tan generoso, que para que él no lo sufriera, abrió el cielo y cuando esteban vio el cielo dijo. Veo su gloria, yo lo veo, no me importa que me golpeen, veo su gloria.

Mis heridas, mi dolor, ya no me detienen, yo no era merecedor de tal cosa, pero la vi y cuando tu ves su gloria no hay nada que te frene, no hay infierno que te detenga, no hay prueba que se imponga, no hay piedras, que frenen el carácter de un hombre o una mujer que ya vio su gloria.

Después de la crucifixión la predicación no era para todos, era para bravos, era para guerreros, Esteban es el primer mártir de la fe, el que marco el inicio de una temporada fuerte, hostil de sangre, de violencia y de muerte que no se frenaría jamás.

Porque todavía hay hombres y mujeres que mueren en países donde Dios no es conocido.

Se fue Esteban, Pedro, Andrés, Santiago, el otro Santiago, Juan se fue. Ahora que honra tiene vivir este evangelio, así como somos indiferente a lo que cuando paso aquella vez.

Yo quiero ser templado por el mismo fuego que templó a los primeros.

Pablo es el autor de esa frase poderosa, que dice: estoy seguro la seguridad de Pablo es tan grande, que la escribe, la pone en el texto, él dice: estoy seguro él hablaba con su corazón él hablaba con sus emociones él hablaba con lo que sentía él hablaba con el fuego y la gloria que se había producido dentro de él y dice: estoy seguro y vuelve y dice estoy seguro y le dice a todos sin importar quiénes formarán la iglesia estamos seguro hay seguridad y estoy seguro dice él estoy muy seguro y esa frase dice ni la muerte ni la vida ni ángeles ni tampoco potestades del principado ni lo que es presente ni lo que ha de venir mes ni ninguna otra cosa creada podrás separar a un cristiano que vio su gloria, no los separará de Cristo.

Cristo no es por una temporada, Cristo no es Dios de un momento. la experiencia del cielo no es para un momento. el que vio su gloria, va a aguantar hambre, si no hay zapatos, si no hay vestidos.

 Termino con esto, José, de todos los hermanos al que molestaron fue a José, porque tú habla tanto de que te molestan. Quiere ser José sin que nadie te moleste, quieres ser José sin cisterna, quiere ser José sin cárcel, quiere ser José sin que te vendan.

¿Qué José eres tú?

Está listo para que te vendan, para que te metan en la cisterna, para que te lleven a la cárcel, para que te calumnien, para que digan de ti lo que quieran.

Yo te voy a decir una cosa si te calumnian o si te traicionan, prepárate que falta lo más interesante, y es cuando el rey diga tráiganme a José.

La mejor de la historia en la vida tuya, no es lo bien que te está yendo en los lugares donde vas, es que cuando se levanten en tu contra y te crucifican, Dios te resucitará.

Sadrac Mesac y Abed Nego, hay gente que están seguros de que Jesús se va a meter en el horno, pero hay muchos que quisieran quedarse de lejos mirando a Jesús metido en el horno, pero no es esa la historia.

las pruebas no te descalifican, ten cuidado a la hora de la prueba. por fuerte que sea sin importar por donde tú vas pasando eso no habla de tu victoria ni de tu fracaso. la hora de la prueba es el momento crucial donde puede tener la mejor parte de tu historia.

Quién lo diría, Lázaro después de muerto, Jesús estaría parado delante de su tumba. El que lo vio morir, dijo se murió.

La prueba más grande no sería morir, la prueba más grande sería no tener a Jesús. parado enfrente, porque no es lo mismo morir que tenerlo al frente diciendo Lázaro ven fuera.