EL AMOR


Cuando la Biblia empieza a describir el amor, la primera cualidad que menciona del amor es: el amor es sufrido. El sufrimiento es la máxima expresión de amor que hay. Usted ama a una persona solamente si está dispuesta a sufrir por ella; por lo tanto, el sufrimiento manifiesta el amor que hay en tu corazón. El sufrimiento es el que separa a quien tú realmente amas, al de aquel que sólo “cascara” es, y el mayor ejemplo es Jesús. En la cruz Jesús no te dio un beso, no te escribió un poema, no te mandó una carta, no te regaló una rosa, no te mandó un abrazo, él murió por ti. Ese es el mayor amor que hay. Hay gente que dice: “Yo por esa mujer no hago eso”; entonces, no la amas. Esa es de las cosas más irónicas que yo he encontrado con los jóvenes cuando buscan un novio o una novia, porque hacen una lista con todas las cualidades que esa persona tenga para no sufrir. Y entonces empiezan a hacer una lista con las cualidades posibles que quiera que la otra persona tenga. La lista que tú deberías ser es: yo seré la persona que deje de comer para que otro coma, que me desvela para que duerma, que trabaje para que descanse, que ore para que Dios lo bendiga. Cuando tú seas esa persona, entonces puedes decir que amas. Si tú amas a alguien, invierte toda tu vida para que esa relación sea un éxito. Te voy a mostrar la manera en que Jesús amó: Filipenses 2:5-8 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.