LA FIDELIDAD EN TIEMPOS OSCUROS

2 Pedro 2:8, Lot era un hombre justo que vivía en medio de una sociedad profundamente corrupta. El versículo dice: “(porque este justo, que moraba entre ellos, afligía cada día su alma justa, viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos)”. Aquí se destacan varias causas de su aflicción:

Características

La conducta nefanda de los malvados: Lot estaba rodeado por personas que vivían en abierta rebelión contra Dios. Sus acciones eran moralmente repugnantes y contrarias a la ley divina.

La exposición diaria a la iniquidad: No era algo ocasional; Lot vivía entre ellos, lo que implicaba una constante confrontación con el pecado. Su alma justa se veía afectada cada día.

Los hechos inicuos que veía y oía: No solo presenciaba actos depravados, sino que también escuchaba conversaciones viles. Esto sugiere un ambiente saturado de inmoralidad, que atormentaba su conciencia.

Sensibilidad espiritual: Lot no era indiferente al pecado. Su justicia lo hacía sensible y vulnerable al dolor espiritual causado por la maldad ajena.

La justicia no lo hizo inmune al sufrimiento: Aunque era justo, Lot no se endureció ni se volvió indiferente. Su sensibilidad al pecado permaneció intacta.

Vivía en medio de la iniquidad sin ser corrompido: Esto muestra que es posible mantener la integridad espiritual incluso en ambientes hostiles.

Su aflicción era activa, no pasiva: El texto sugiere que él atormentaba su alma, lo que implica una lucha interna constante por mantenerse fiel a Dios.

Este pasaje no solo revela el sufrimiento de Lot, sino que también sirve como advertencia y consuelo para quienes viven en contextos similares hoy.

Cómo la aflicción de Lot puede iluminar nuestra propia sensibilidad espiritual en medio de contextos difíciles.

1. ¿Qué afligía a Lot?

Según 2 Pedro 2:8, Lot era un hombre justo que vivía en Sodoma, una ciudad marcada por la corrupción moral. El texto dice que afligía cada día su alma justa, viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos. Esto implica:

Exposición constante al pecado: Lot no solo lo veía, sino que lo oía. Su entorno estaba saturado de maldad.

Aflicción interna: No era una molestia superficial, sino un tormento profundo en su alma justa.

Persistencia diaria: La lucha no era ocasional, sino continua.

2. ¿Qué revela esto sobre la santidad?

La santidad no es aislamiento, sino resistencia: Lot vivía entre los impíos, pero no se contaminó. Su aflicción era señal de su integridad.

La sensibilidad espiritual es un termómetro del alma: Cuando el pecado deja de doler, algo se ha endurecido. Lot sentía dolor porque su corazón estaba alineado con Dios.

La justicia no garantiza comodidad: Ser justo en un mundo injusto implica sufrimiento. Lot es un modelo de fidelidad silenciosa.